Los últimos dibujos que he ido añadiendo (excepto el de NY con las Torres Gemelas) eran de antes de Navidades. Entonces, dejó de dibujar, decía que hacía mal tiempo y así no le apetecía. Pero iban pasando las semanas y seguía sin hacerlo.
Y cuando le pregunté porqué ya no dibujaba, me contestó que llevaba muchos años dibujando y que este año 2014, iba a descansar. Y durante todo el mes de enero, así lo hizo. A mi me daba mucha pena que hubiera perdido la ilusión de hacerlo. Pero por fin en febrero comenzó a retomarlo poquito a poco. Y reconozco que eso me hace muy feliz. Espero que nunca pierda su maravillosa manera de expresarse a través de la pintura.
Tiene que ser así, al menos de momento. Un disfrute. Es un niño con un talento especial al que debe dar salida cómo y cuándo él quiera o necesite. Si algún día se convierte en una vocación, entonces será momento de trabajar duro, le apetezca o no. De momento, sus seguidores mostraremos la paciencia que él nos pida.
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