domingo, 14 de junio de 2015

SEGUNDO DIBUJO POR ENCARGO (9 años)

Incluso antes del viaje, su mecenas Aníbal ya le había encargado y pagado su segundo dibujo a Hugo y ayer por fin, se lo entregó. Poco tiene que ver con el primero que le hizo, donde no quedaba ni  un trozo en blanco en todo el dibujo. Parece que su estilo va cambiando y mucho. Y está doblemente firmado.
 Aunque he de confesar que en un principio le hizo este barco de crucero y me pareció tan sencillo que le pedí que le hiciera otro. En cualquier caso, éste también será para Aníbal pues lo hizo pensando en él.
 Comenzó dibujando su exterior y por detrás del folio, hizo su interior. De tal forma que a contraluz todo coincide.
 Y a su querida África, le pintó su propio coche Jeep naranja. Aunque ella aún no lo ha visto.

13 comentarios:

  1. Hace casi un mes pasaron dos cosas importantes en mi vida: volví a París (a una reunión de un par de días en la sede de la Unesco que fue bastante divertida pues volví a ser “un rojo” durante unas horas) y recibí el maravilloso regalo de “mi segundo Hugo”.
    Nada que ver mi primer Hugo con el segundo, pero ambos con su inmarcesible sello (lo de inmarcesible es porque soy de natural pedante y no puedo evitarlo, quiere decir “que no se puede marchitar”).
    Como además de pedante, soy desordenado y caótico vamos a hacer una mezcla y veremos qué sale.
    De momento, empecemos por la llegada del cuadro. Como siempre, “la gran madre blanca” (gracias, Natalia) no pudo evitar ponerle “a touch of class” (¡qué flojita era la película de Glenda Jackson!), o más bien “su” toque de distinción. Si el primer Hugo había venido dentro de una maravillosa caja llena de colorines, este segundo venía envuelto en un paño de seda en preciosos tonos ocres y negros, y con una hortensia recién cortada y adornada con hojas de arce japonés (o eso creo). Y ya estaba allí bajo la flor y la seda “mi otro Hugo”, del que podéis disfrutar en la estupenda foto de este blog, y el corazón patapán, patapán a toda velocidad y el stent recién puesto diciendo “Tranqui, tronco”.
    Y la maravilla de nuevo, nada que ver con el primero, pero otra maravilla. Como si supiera que había estado en Francia o como si supiera de mi francofilia, los tres colores de la bandera de Francia, bleu, blanc, rouge (¡y lo que les gusta a los franceses discutir el significado de cada color!), aparecían por todo el cuadro, y como si supiera del desequilibrio que él mismo veía, una doble firma, una abajo a la derecha y otra arriba a la izquierda. Me encanta mi segundo Hugo, es la aventura por la aventura, es la luz, es la libertad, es el agua, es lo lejano, es el vuelo, es el descubrimiento del mundo. Y así es Hugo, y así es Nacho. Son dos aventureros que van descubriendo el mundo y lo descubren a su ritmo (bueno, evidentemente, “la gran madre blanca” colabora, y también su padre que este verano se los llevará a Escocia, o eso creo) y yo los voy descubriendo también a ellos, muy muy independientes y, para mí, difíciles de entender (otro atractivo más).
    Pero, claro, lo que yo también quería era darles algo a cambio, así que como tenían que comer les preparé cosas que sabía que les gustarían, tanto a Hugo como a su marchante y hermano, Nacho: el langostino, el salmón y cosas así que nos gustan a los niños (para muchas cosas, para casi todas, sigo siendo muy infantil).
    Y les di (con permiso de su madre) lo que les había comprado (a los dos, en mi admiración no hago distinciones entre uno y otro) unos días antes en una maravillosa tienda que no conocía en París (Rougier&Plé en 108, boulevard Saint-Germain) dedicada a eso de las artes. Y les di unos tampones con una N y una H (de manera que así, además de poder utilizarlos para firmar, podrán también prestárselos a su madre, Natalia, y a su padre, Hassan, por si quieren poder esa letra en algún libro o papel) y un par de tonterietas que creo que les hicieron ilusión, pero ni idea de si fue así.
    Pues esa noche descubrí que entiendo a los adultos y que no entiendo a los niños, que sé muchas cosas, pero que lo ignoro todo de los niños y de sus intereses, que anteayer volví a ver Matar un ruiseñor y que de nuevo se me llenaron los ojos de lágrimas con el amor que hay entre Atticus, y sus dos hijos, Jem y Scout, pero que no sé cómo funcionan ni los intereses ni los afectos infantiles. Lo bueno es que creo que tampoco quiero saberlo, me basta con quererlos y admirarlos, con ver cómo Natalia se derrite con ellos, y cómo ellos se derriten con ella, cómo los educa de bien y la verdad es que aunque eso de la educación es complicado, los dos están “saliendo muy bien”.
    ¡Y yo, sin atreverme a colgar el cuadro por si se me desvía un centímetro de altura, ando de sorpresa en sorpresa y de admiración en admiración!

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    1. Aníbal, me encanta lo de "madre blanca", suena tan bien.......
      Si te soy sincera pensé que este giro en su estilo te convencería menos que lo anterior. Pero es que Hugo es así, imprevisible, cambiante, anárquico, sorprendente y sobre todo autodidacta. Nunca se sabe qué dirección tomará su lapiz, ni qué utilizará para disfrazarse, ni qué interpretación hará, ni qué pensará en el próximo minuto.
      Está lleno de inquietudes que van brotando de manera aleatoria. Ahora quiere saberlo todo sobre barcos para ser ingeniero naval y poder diseñarlos. Pero para entonces ya habrá tocado otros muchos palos. La próxima vez que os veáis en unas semanas casi seguro que querrá ser chef. Ayer mismo le vi oteando el salón y me dijo que cuando yo me fuera y le dejara mi casa, él podría poner un restaurante.
      Y sobre su educación, qué difícil me lo pone. Toda su imaginación se vuelve en contra pues es complicado sacarle de su rico mundo interior para que participe en las necesarias rutinas.
      Disfrutaron mucho de la cena, la peli y los regalos.
      Me gusta vuestra relación de admiración mutua y espero que perdure en el tiempo.
      Por cierto, sólo por incordiarte, lo que acompañaba a la flor de hortensia era un acer y no un arce pero me encanta que me lo hayas recordado a dos días del cumple de tu mujer, pues sé que le encantó y me gusta regalar plantas.


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    2. Pues eso, un acer o un arce, al final es solo una metátesis (palabro griego, que si se quiere decir en latín, es transposición), por lo menos creo que acerté con lo de japonés. Y no eres solo "madre blanca", eres "la gran" que para ellos es más importante. Divertíos, no paséis calor y quereos. Besos a los tres.

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    3. Efectivamente sólo varía el orden, pero usando las letras correctas. Y sí, japonés es.
      En cuanto a "la gran madre blanca", así me siento de momento aunque está claro que es cuestión de tiempo y posiblemente mi tonalidad vaya variando.
      Un abrazo.

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  2. Claro, como de repente me entran la vergüenza y la timidez, pues no escribí nada acerca del precioso buque Sirena del Mar, con su anverso y su reverso y “el sol de Hugo” en la esquina superior derecha como siempre, haciendo que se cumpla, como decía Machado en su Juan de Mairena, “el ineluctable (inevitable) destino de todo navegante, descubrir mediterráneos”.
    Otro descubrimiento feliz. Ahora, deberíamos empezar su marchante, Nacho, y yo una discusión acerca del precio (los artistas casi siempre están au-dessus de la mêlée, pero seguro que Hugo siempre estará a la altura de las circunstancias, también es de Machado), y podríamos empezar con un ofrecimiento por mi parte de dos cajas de rotuladores de colorines de Liquitex (que parece que tuvieron un cierto éxito) y dos cuadernos de dibujo. ¿Qué te parece, Nacho? Consúltalo con Hugo y hacedme una proposición que no pueda rechazar.

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    1. Le trasmitiré tus palabras pero creo que esta vez por un par de paquete de cromos de futbol, Nacho accederá encantadísimo.

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    2. Esa será una negociación entre nosotros (bajo tu consejo, desde luego) y es que me dio la impresión de que Nacho también se siente atraído por los colorines y el pintar, ¿o no?

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    3. Pues más bien poco. Mientras Nacho juega por él y por su hermano a la poca tecnología que hay a su alcance en casa (especialmente a un juego que compré por recomendación de la profe de Hugo que se llama Minecraft, que consiste en construir casi de todo), el otro pinta por él y por su hermano todo tipo de barcos y yates. Ya te enseñaré en próximas entradas.
      To be continued

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  3. Me encantaría saber poner emoticonos aquí con la facilidad que los utilizo en el móvil, y que fueran igual de explícitos. Pondría una carita sonriente seguida de muchas manos aplaudiendo para mostrar mi alegría y felicitación por los nuevos dibujos; pondría varias copas de trofeo para insinuar que Hugo es un auténtico "number 1" y terminaría con muchas huellas para decirle que llegará hasta donde él se proponga.
    Luego, me quedaría con ganas de poner helados, caramelos, hamburguesas y pizzas para decirle que yo también puedo agasajarlos a él y a Nacho como hace Anibal, a quien le mandaría una carita apretando los dientes por tener ya su "segundo hugo" y, como hiciera con el primero, hacérnoslo saber a toda la humanidad.
    Pero no hay emoticonos aquí, así es que recurro a todas las letras del alfabeto para decir cuánto me han sorprendido estos últimos dibujos. Tan diferentes a los anteriores, pero "tan Hugo" por lineales, minuciosos y ocurrentes. Me llama la atención cómo consigue hacer volar las gaviotas al dibujar las alas más o menos abiertas, me asombra la presencia de las pagodas y sus banderas (¡¡veníamos del Ritz y el Palace!!), flanqueadas por unas torres Petronas con clara influencia occidental, me sorprende esa popa del barco tan técnicamente equipada, una luna tan perfectamente curva al lado de unas chimeneas tan paralelamente rectangulares, me intriga la riqueza interior de esos camarotes, que no consigo desentrañar, me encantan los cuatro rayajos que le dan densidad y profundidad al mar… ¡Qué ganas teníamos de nuevos dibujos!
    ¡GRACIAS, HUGO! Cuando quieras, será un placer disfrutar el próximo.

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    1. Bienvenida Leti !!!!!
      Hemos coincidido tú escribiendo y yo contestando. Qué ilusión que participes.
      Yo diría que tienes un ojo de pincel para apreciar todos esos matices que yo soy incapaz de ver. Y no olvido que Hugo dijo que haría un dibujo para ti. A ver si con suerte cuando te entregue el sofá lo acompaño de un cuadro.
      Y yo también pondría una carita con ojos de corazones.
      Besos

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    2. Me conformo con que siga haciendo dibujos para él... y el blog. Esta plataforma moderna no deja de ser un cuaderno de bitácora en el que tú vas relatando la travesía de Hugo por este inmenso océano que es su vida interior al que él da forma en sus dibujos. No creo que haya diario más preciso. Lo dice el refrán: "Más vale una imagen que mil palabras". Ya te lo comenté en una ocasión: creo que esto es un regalo muy valioso para Hugo, no solo porque da visibilidad a sus dibujos, sino por lo que puede tener de inspirador para él saberse protagonista de un blog. Algún día él mismo te lo reconocerá.
      Me encanta la carita con ojos de corazones

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  4. Conozco a Huguito desde que estaba en la tripa de mama. Ya de chiquitín se podía intuir que era un niño especial, con habilidades diferentes al resto de niños de su edad.

    Mientras otros niños jugaban al balón, Hugo no soltaba las pinturas, las acuarelas o las temperas…

    En una edad en la que sentirse parte de un conjunto te da seguridad, Hugo la encuentra en sus pinturas y en su aire bohemio.

    Hugo continua así, no pierdas ni un gramito de eso que te hace tan especial.

    Algún día estoy segura que lloraremos de orgullo visitando tus exposiciones.

    ¡¡¡¡TE QUIERO!!!!

    Africa

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